La cara oculta: dinero por prendas

Nota de la periodista: El reportaje fue realizado hace tres semanas. Apesar de las limitaciones debido a que las fuentes no quisieron proporcionar mucha información sobre el tema, pude sacar el trabajo y mostrar la otra cara de las casas de préstamo que se oculta en los medios de comunicación. El reportaje no fue publicado en COMUNICA , asi que hace su primicia en mi blog. Espero que les guste.

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Ante la situación de crisis económica, los salvadoreños recurren a las empresas de créditos prendarios para adquirir dinero de manera instantánea. Muchos de los usuarios no piensan sobre los riesgos de tales préstamos en el momento de dejar sus joyas por unos cuantos billetes.



Eran las 10:00 de la mañana, cuando Marta Hernández entró a la sucursal de PRESTAMAS ubicada en Santa Tecla. Después de sacar de su bolsa unos cuantos billetes de un dólar y firmar los recibos, sale de la sucursal satisfecha: ha pagado los intereses del mes. Ella confesó que le han prestado 30 dólares para su venta de tamales y empanadas en su lugar de origen, Chanmico, en el Departamento de La Libertad. “Uno viene aquí cuando tiene necesidad”, expresó por último Hernández, antes de escabullirse entre los lugareños y visitantes de la ciudad.

Así como Hernández, varias personas recurren a estas casas de préstamos prendarios con el fin de solventar sus necesidades: a las 10:30 , Flor de María Escobar salió de la misma sucursal de préstamos prendarios. Ella, una ama de casa de Lourdes, Colón, al igual que Hernández, pagó sus intereses del primer mes. Lo que motivo a Escobar a pedir un préstamo fue a la crisis económica.

En la actualidad, las casas de préstamos prendarios son la solución monetaria para las personas que no pueden adquirir un préstamo en la banca nacional, como el sector informal debido a que no tienen un salario de planilla. Yaneth de Amaya, catedrática de la universidad “Dr. José Matías Delgado” expuso que “es un último recurso que utilizan por que no abren el sistema financiero”.

En ese sentido, Juan Carlos Flamenco, contador de la empresa Credimás, declaró que su empresa brindan préstamos a pequeños comerciantes y que dan empleo a diferentes personas en sus sucursales en todo el país.

Entre la espada y la pared

Aunque los préstamos prendarios puedan verse como una solución de dinero inmediato, la economista Rosalía Soley Reyes manifestó que ese tipo de créditos son caros y riesgosos debido a los intereses que los usuarios deben pagar. “Es un porcentaje bajo quienes pueden recuperar sus prendas, (en su mayoría) las pierden… para mi, son una ‘espada de doble filo’ ”,dijo. “La gente va a perder lo poco que tiene y ahí es como se ve que la gente está pasando de un estadía de clase media a una estadía de clase de mayor pobreza”,agregó.

Mientras que el economista Guillermo Ramírez afirmó que el problema es complejo por que los usuarios conocen las reglas de la empresa antes de firmar. “Ellos lo hacen conscientes, porque en las mismas casas les dicen cuánto van a pagar y dicen que si y firman. ¿Por qué esta gente, a pesar de saber el riesgo enorme y perder sus cosas, por qué lo prestan? ¿Qué los motiva apesar de que saben que van a perder sus cosas?”,expresó.

Sin embargo, Esperanza García, usuaria de una empresa de créditos prendarios, está consciente de que ella paga un interés alto; pero que, debido a la necesidad, se ve obligada a saldar su cuenta.

El valor del oro

Según información obtenida por Revista Comunica en la sección de Hidrocarburos y Minas del Ministerio de Economía, el precio de la onza troy , se llama así a la medida en metales como oro, plata etc., se determina en la Bolsa de Valores. Una onza troy de oro de 24 Quilates, es decir, oro puro, equivale a 31.2 gramos. Para obtener, el precio de un gramo de oro se divide entre el precio de la onza troy en la Bolsa de Valores y el número de gramos. A medida sea el gramo de menores quilates y el dinamismo de la Bolsa de Valores, el precio varía.

No obstante, para pedir préstamos, las empresas de crédito prendario estipulan el precio del gramo según sus políticas y no con base en el precio del oro internacional. Además realizan un valúo a la joya para comprobar si es oro. El negocio de las empresas es prestar dinero por cosas que valen mas de lo que ellos le prestan.

En la Bolsa de Valores, el precio del gramo de oro de 24 quilates costaría de 30 a 35 dólares. Pero debido a que las prendas son de menores quilates y a la ignorancia de los clientes, se les presta menor cantidad de dinero con altos intereses .

De esa forma, si el cliente pierde la prenda por que no pudo cancelar la deuda, la empresa solo habrá perdido la cantidad que prestó pero los recuperará y tendrá el doble de ganancias cuando esa prenda vaya a la Bolsa de Valores o al remate.

Marco legal

Para César Alas, asesor legal de Registro de Comercio ubicado en el interior de Centro Nacional de Registros (CNR), este tipo de empresas se reconocen dentro de la institución como comerciantes y ellos están limitados a brindar una matrícula a una persona natural o jurídica que se los solicite para establecer su negocio, siempre y cuando, sea legal.

Asimismo, la Alcaldía de San Salvador tiene registradas 27 empresas que se dedican a prestar dinero por prendas. Según la Alcaldía, sus clasificaciones se encuentran en empresas comerciales y financieras. Pero en las calles del Centro de San Salvador, existen diferentes lugares que otorgan préstamos por prendas. Al respecto, Soley planteaba que el aumento de estos locales responden a la necesidad que tienen las personas de tener dinero inmediato, aunque los intereses sean altos y pierdan sus pertenencias.


En cuanto a una institución que vigile y regule estas empresas, Soley y Ramírez llegaron a la conclusión de que no están vigiladas. “Están registrados como empresas mercantiles. Pero no hay. Por que el que regula, todo ente prestador de dinero es la Superintendencia del Sistema Financiera. Pero no los regula. No regula a ningún prestamista que no está dentro del sistema”, agregó Ramírez. Incluso, considera que debido a ello, existen casas de préstamos prendarios no autorizadas.

Flamenco y Cristina de Avelar, jefe de Comunicaciones de la “Huella de Oro”, consideraron que las empresas de préstamos prendarios no autorizadas son su principal competencia. “ Hay un montón de lugares que hay negocios inscritos y nos quitan los clientes”, opinó el contador de Credimás.

Si bien no están reguladas por una institución estatal, la Superintendencia de Obligaciones Mercantiles del Ministerio de Economía, tiene el Reglamento General de Préstamos y por el Código de Comercio donde se estipula los deberes y derechos de la empresa, del usuario y el proceso a seguir en caso de remate.

Al plantear una posible regulación, Ramírez declaró que si a las empresas se les regulara de manera estricta, se perjudicaría a ellas y a los usuarios. Las casas de préstamos prendarios surgen de la necesidad de la gente por adquirir préstamos que la banca nacional no les brinda.
“El sistema que le debería prestar (a la gente) no lo hace. ¿Por qué no obliga el Estado a los grandes bancos que les preste? Si tienen en abundancia. Si quieren resolver el problema desde ahí , ¿ Por qué no lo hacen? Ellos si tienen el poder por que están bajo la Superintendencia. Ellos tienen las leyes. No lo hacen”, planteó.

Futuro


Si no existe una alternativa del Estado para financiar al comercio informal o a las personas que necesitan ingresos para subsistir, el panorama no es alentador. Ramírez enfatizó: “Se van a quedar más pobres de lo que ya son: lo van a perder todo. Se van a quedar como mendigos. Por último, van a irse a los Estados Unidos; sino hacerse delincuentes: robar, matar. La cuestión que la gente busca salida. Las mujeres se prostituyen o hacen una venta callejera: chilate, nuégados, yuca y lo hacen. No es difícil imaginarse lo que ocurrirá cuando no tenés nada”, enfatizó Ramírez.

Mientras el Estado no se preocupe por brindar mejores alternativas económicas a la población, con el fin de que puedan vivir mejor, mujeres y hombres llenarán los locales de las empresas prendarias para poder “solucionar” sus problemas económicos de manera momentánea.